Uno de los grandes problemas que tiene la gente que acaba de empezar en el mundo de Internet o incluso para gente que lleva más tiempo en este mundillo, es saber qué precio poner por su trabajo.
En este artículo quiero ayudarte a poder tasar el precio de tu trabajo, y que así sepas en que puntos fijarte para poner la cantidad, así como las ventajas y desventajas de cada una de tus elecciones.
Índice
Precio según tu competencia
Este es un error muy común que cometen algunas personas cuando empiezan a trabajar en Internet, el intentar poner precios según la competencia, intentar ganar clientes poniendo los precios más bajos posibles.
En otros sectores quizás pueda ser una buena forma de proceder, si trabajas productos baratos y de una calidad media/baja puede funcionar bastante bien esta técnica. Sin embargo si trabajas servicios SEO, de diseño, de programación, etcétera, poner los precios más bajos posibles para abarcar más clientes es todo un error.
¿Por qué es un error?
En primer lugar, si cobras un precio excesivamente bajo, no vas a poder dedicarle mucho tiempo, o al menos no deberías hacerlo ya que el tiempo que le dedicas a una tarea siempre tiene que ser proporcional a su coste, ya que debemos recordar que no solo se paga el servicio, si no también el tiempo, y por lo tanto harás las cosas rápido y mal.
En segundo lugar, aunque llegues a tener muchos clientes por tus precios, el tener tantos clientes y cobrar tan poco dinero, te impedirá poder llevar a todos esos clientes en condiciones (el día no tiene más que 24 horas).
No quiero decir con esto que cobres un precio excesivamente caro, pero tienes que tener en cuenta que cada trabajo requiere su tiempo y su esfuerzo, y tienes que cobrar en relación a ello.
Precios fijos para todos los proyectos
Esto es algo que también considero un error, ya que no todos los proyectos requieren del mismo tiempo y recursos, y por lo tanto no podemos decir que siempre cobres X dinero por trabajar el posicionamiento de una web, o por hacer la programación de una web.
Antes de dar un precio exacto, tienes que estudiar el proyecto en concreto y estimar el trabajo, tiempo y recursos que vas a tener que destinar para trabajar en el mismo.
No quiero decir que no puedas establecer unos precios orientativos ni mucho menos, es más, lo que recomiendo es que digas el rango de precios a partir del que trabajas, así también crearás un primer filtro de precios para tus posibles nuevos clientes.
Precio según objetivos
El trabajar según objetivos es algo muy complicado, sobre todo en algunos sectores. Por ejemplo en posicionamiento web no puedes trabajar por objetivos de X puestos conseguidos en X tiempo, ya que eso es algo que no puede asegurar nunca nadie, y si lo hace, está mintiendo.
Por ello, hay que tener mucho cuidado con este tipo de estimaciones de precios y con las promesas que luego no se pueden cumplir, ya que eso solo consigue que los clientes se vayan marchando, y desde luego, no tengan ninguna gana de volver.
Precios por acciones puntuales
Esta es otra forma de trabajar, que bien planteada puede librarnos de muchos problemas. Por ejemplo podemos estimar un trabajo de realizar un número concreto de links mensuales, o de realizar X artículos redactados mensuales y acordar un precio fijo.
Obviamente en esta forma de trabajar no puedes vender una estrategia completa de marketing ni de posicionamiento, si no que más bien vendes acciones puntuales a un cliente que ya tiene muy clara su estrategia a seguir.
Precios según tiempo
Esta es otra forma muy común de estimar el coste de nuestro trabajo, estimar el tiempo que nos cuesta realizar ese trabajo en concreto y cobrar en relación al tiempo que nos ha costado.
Esta es una forma muy buena de estimar el precio de nuestro trabajo, pero en mi opinión es una forma incompleta de tasar nuestro trabajo, ya que no tenemos en cuenta otras variables como son los recursos que estamos dedicando también a ese trabajo y la complejidad del mismo.
La forma ideal de estimar el precio de nuestro trabajo
Además de las formas que he nombrado anteriormente, hay muchas otras más de estimar el coste de nuestro trabajo, sin embargo, no quiero entretenerte más y quiero ir al grano. Quiero contarte una forma que puede ayudarte mucho a la hora de estimar el precio de tus trabajos.
En primer lugar vamos a tener que tener en cuenta varios factores:
-Tiempo que nos cuesta realizar el trabajo: Si es un trabajo que nos cuesta 1 hora al mes, podemos cobrarlo mucho más económico que un trabajo que nos va a robar 1 hora al día, ya que esa hora diaria la tendremos que eliminar de otros trabajos que realicemos en nuestro día a día.
-Recursos que vamos a destinar para el mismo: Todos los recursos que utilicemos en ese trabajo, serán recursos que no podremos utilizar para otros trabajos o proyectos, por lo tanto es algo que tenemos que tener muy presente. Del mismo modo tenemos que pensar en los recursos monetarios que vamos a tener que destinar para este trabajo.
-Dificultad: A mayor dificultad en el trabajo que estemos realizando, más problemas e imprevistos podremos encontrarnos por el camino, por lo tanto piensa que esto también va a influir en gran medida en el precio final que le des a tu cliente.
-Periodicidad: No es lo mismo un trabajo puntual en el que se nos va a pagar una cantidad concreta en un momento determinado, y nada más, que un trabajo periódico en el que nos va a pagar todos los meses o que nos contrata para un periodo muy largo de tiempo. Si nos encontramos ante el segundo caso quizá sea buena idea ajustar un poco más los precios o ser más flexibles, ya que es un ingreso prolongado en el tiempo, y por lo tanto es un cliente que no nos interesa perder.
Una vez hayamos estudiado el trabajo y determinado los factores anteriores, podremos dar un precio mucho más ajustado a la realidad que si damos un precio sin tenerlos en cuenta, y gracias a esto también vamos a minimizar el riesgo de perder dinero con nuestro trabajo, o de perder clientes poniendo precios demasiado elevados.
¿Qué más factores tienes en cuenta tú?
Además de estos factores que os he comentado al final del artículo, hay muchos otros más que deberíamos de tener en cuenta según el nicho en el que trabajemos, por ello, también quiero saber que factores tienes en cuenta tú.
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